Poesía

La sombra de una palabra suele ser el alma de un pensamiento.

Yuván de J. Z. V.

En la obra poética: "Hilos de vida", encontrarás...

Poesía fresca con un estilo limpio y natural. Sobre amor y otros tormentos,  es la temática, y relata las vivencias que se experimentan en la vida al disfrutar y padecer el amor y el desamor. Cada poema es una breve narración llena de sensibilidad, una situación de vida que el autor elabora con un estilo propio inmerso entre lo tradicional y lo abstracto, logrando convertir cada pensamiento, en un trozo de drama ya vivido o por vivir.

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Te dejo una muestra de la poesía...

¿DÓNDE ANDABAS?

¿Dónde andabas aquel día
en que la mansedumbre del amor
se hizo diluvio?

Perdió la cordura el dueño de los cielos,
extravió la fe mientras dormía plácido
en su trono de ángeles.
Quizá tuvo un mal sueño.

Y tú, ¿Por dónde andabas merodeando
placer, cuando en el aposento de la vida
te esperaba aquella tarde?
En la antesala del alma te aguardaba.

Debí suponerlo,
también perdiste la fe,
la hiciste polvo,
la amasaste con la incredulidad de tu ego;
dudaste de mi amor y me humillaste
con la credulidad de otro amor ciego.

Hoy pido por ti, lloro por ti,
pero no voy hacia el abismo de la nada,
salgo en la búsqueda de Dios,
que en su estado de inconsciencia,
formuló la esperanza de la vida,
como una felicidad que nunca acaba,
así halla herida.

VAS ABANDONADA

Es fácil perpetuar la duda,
de un amor que se deshoja en partículas de viento;
te miro y no te observo,
Mi mirada está clavada profundamente
en tu alma. Se hace traslúcida como la voz
que vuela muda entre recuerdos.

Estás para mí y estás abandonada,
diluida en el silencio de una causa sin causa.
Me niego a tu aliento,
te niego a mis ansias.

Vuela el alma como ave en el recinto
de tu cuerpo. No hay fugas de tristeza,
pero un dolor infinito se palpa con las manos;
se siente el eco de tu perfume revolotear
y golpear contra las rocas de mi deseo.

No hay duda de que soy otro,
me he vuelto de tu amor, un parapléjico;
lo esquivo y te hago daño,
te esquivo y no lo quiero.

¿Cómo entender lo que me pasa
si aún no vislumbro lo que tengo a mi costado?
¿Cómo entender el lenguaje de tu alma,
si es complejo el lenguaje de tus besos?

Aunque me veo a mi mismo,
ando extraviado,
y cuando trato de encontrarme,
más me pierdo.

Qué no pensar de cómo pueda verte,
si por más que intento mirarte, no te observo.
Solo comprendo que vas abandonada
y yo te he vuelto, partículas de viento.

CUANDO APRENDA A MORIR

Cuando aprenda a morir,
no habrá azucenas que cortar para tu alma;
ensillaré en el lomo de la muerte,
algunos besos que en mi piel dejaras.

Sacudiré la espiga de tu aliento,
donaré para tu cuerpo mis dos alas;
seré el guardián de tu alma cuando viajes
sobre la extensa muerte hasta la playa.

Allí esperaré sediento de tu vida,
y habrá risas de viento y de campanas;
será otro amanecer, nuevos latidos,
un solo corazón y solo un alma.

Cuando aprenda a morir,
tendré tu aire aleteando a mi espalda,
sacudiendo el dolor de aquellas rosas negras,
y aspirando el aroma de mis rosas blancas.

Desbordaré sobre tu piel ligera al viento,
la invisibilidad de mi nostalgia;
la nutriré con llanto de mis ruegos,
y esparciré sobre tu nada, la esperanza.

Y luego, no habrá muertes futuras
para dos cuerpos que viven con un alma,
atados por el hilo de un orgasmo,

atravesando un corazón que no desangra.

SI TU MUERTE FUERA MI ALMA

Me deshueso por partes,
voy casi polvo enloquecido por amarte;
se deshoja mi risa,
se despedaza mi carne.

Ya no respira el corazón,
se ha puesto la camisa de látex;
me atraganta el dolor de pensar,
pero los pensamientos mueren de desidia.
Ya no tengo el apetito de tu boca
porque el hambre de la muerte,
lo hizo trizas.

Ya no hay forma de mirar, si no hay mirada.

Ya no hay forma de creer, todo es mentira

Que no insista el corazón,
no toque el sonsonete de esperanza
que hace herida.

La voluntad se despilfarra como gotas de sudor;
la fe pierde su aroma;
se desangra el amor y luego expira.

Ya no hay forma de vivir si ya no vives,
ya no hay forma de soñar,
ya no hay forma de besar,
ya no hay forma de sentir,
…solo me olvidas.

Si tan solo tu muerte fuera mi alma,
sería resucitar una caricia,
verter del amor que es humo y polvo,
izar la voluntad de las cenizas.

Convertir en milagro cada pena,
ayunar el dolor y la fatiga,
comprender la razón de la existencia
y negarle el sarcasmo a la alegría.

Hacer pan de la paz, negar la guerra;
desprestigiar a la pasión con la vigilia,
nevar en el sol, hacer fuego con agua,
y arrebatarle a la muerte hasta la risa.

Si tan solo tu muerte fuera mi alma,
de mi cuerpo hecho nada, haría vida.
Correría en las venas la fragancia
de un corazón hecho flor que no agoniza.
Por piel, vestiría tu silencio,
y la razón: el amor que aún respira.

Si tan solo tu muerte fuera mi alma,
con tu muerte eternamente, viviría.

DESMEMBRACIÓN

Hoy he desmembrado una palabra,
la volví astillas de viento,
y arremetí contra ella hasta
fatigarme.

La devoré con mi voz por un momento
y me atraganté de su carne,
y me dejé tentar, hasta tocar
el alma.

Hoy he desmembrado una palabra,
y rocié  sus entrañas sobre mi cuerpo
desnudo, hasta sentirla morir
con cada pálpito.

Dejé batallar mi ansiedad
con su coraza hasta debilitarla.
La convertí en átomos.

La seduje con mi sangre y la esparcí
entre mis piernas.
La sentí agonizar y la bebí
como un loco hasta saciarme.

Hoy he desmembrado una palabra,
y sentí arder un clímax por las heridas
causadas.

Cada trozo de ella suspiraba,
como un orgasmo de guerra
en la batalla.
La dejé exhausta, la dejé vencida.

La dejé exhumada.

Hoy, he desmembrado el amor,
desde tu boca sabia.

TU AMOR NO ES MORIR

Rebelde para morir si aún no tengo
la placidez de tu agonía;
llama olorosa del amor que un día
bastó su olor para morir en sueños.

Y desde entonces, como el frágil leño
que en condolencia la muerte del fuego
lo acicala,

hoy tengo el empeño
de desnudar la muerte por tu amor,
mientras el alma en gotas se me escapa.

Que no me tente la muerte
que ardo en vida para ignorarla.
Si el letargo de olvidar me toca,

que despierte,
jamás se apagarán mis ojos, por amarla.

Del  ayer para el mañana y siempre,
desde el hoy para el pasado amargo,
que el jamás para el nunca me conduele,
que del siempre para el siempre,

solo te amo.

Y así la duda del morir, y así me duela
por saberme envuelto en tus latidos,
no me engañará el clímax de sentir
una muerte distinta, que es alivio.

Tu amor no es morir,
solo un morir distinto
de esa muerte obsoleta que maltrata,
es un dulce morir para vivir bien vivo,
que entre orgasmos de vida, nos delata.